Mi abuela no tenía la posibilidad de aprender una profesión. Tenía que trabajar para sus padres en la granja. Quería viajar por Suiza y trabajar en otros partes de Suiza pero no podía porque su fuerza era muy importante para trabajar en la granja y ella nunca se arriesgaba a contradecir a sus padres. Era una vida difícil para ella y muchos de sus deseos nunca se pudieron realizar.
Comparado con mi vida de hoy, 60 años más tarde es todo distinto. Puedo hacer todo lo que me gusta, mi profesión, los viajes, no solo en Suiza sino por todo el mundo y con bastante dinero. Si mi abuela lo supiera…
Sandra H. (Suiza)